"¿Cómo hacerlo mejor? ¿Cómo ser más rápido y ágil? ¿ Cómo llegar a todos los sitios?" Una y otra vez, el viento le preguntaba a la lluvia:
"¿Cómo no equivocarme de dirección? ¿ Cómo hacer feliz a los demás? ¿Cómo llegar a dónde creo que seré feliz sin perjudicar a nadie? ¿Cómo ser más fresco y agradable en el contacto con los que quiero? .... ¿Cómo regular mi intensidad ? ¿Cómo puedo escucharme a mí mismo?" .....
Atormentada la lluvia con tantas preguntas imposibles de responder desde afuera, impotente y mimetizada por esta fuente infinita de dudas, lo único que pudo hacer en ese momento, fue compartir lo que sentía al escucharlo:
"Querido viento, me debilito al oírte ¿Qué pasaría si te detienes?"
El viento, respondió:
"No sé detenerme.Tengo miedo. Si me detengo, desaparezco".
Ana Mariani